Poco me gustan las despedidas, jamás me gustaron, era un vacío tan enorme, una negrura en mi alma que no sabía si iba a poder superar aquellos días tan horribles cuando se iban mis padres y me dejaban en aquellos internados tan terribles, nos despertaban a golpes de campanillas, fila y callada, parada un sonido de chasca y a comenzar otra vez a andar calladas hasta llegar al estudio, la iglesia, el comedor o donde tuviésemos que ir. No lo superé jamás.
Estoy pasando unos días un poco chungo y confío que Dios me bendiga para que tenga una vejez buena junto a mi hermano y mis perros, no me gustaría ir a ningún internado más, porque este último seria para mayores, y nos costaría la vida , tanto a mi hermano como a mí. Por eso mi confianza en Dios y en su infinito poder es muy grande. yo sé, que la Virgen María no nos va a dejar, pero yo tengo que seguir escribiendo, porque quizás algún día pueda vivir holgadamente gracias a mis libros y tenga personas que me ayuden en casa mientras escribo, veo que los años pasan y los muy «porculéros» no corren…!!vuelan!
Saldrán dos libros en uno, que se titularan «Por un mundo mejor y «Dulces y celestes sueños» hay algunos más ! Preciosos ! y otro que me ronda la cabeza..! en fin…espero que ese que me ronda la cabeza comience a hacerlo un día de estos, lo que pasa es, que me falta tiempo y ayuda en casa…!
Tengo que hacer cosas en la mañana, correo, banco, supermercado, comida. limpieza y «goteras» que tengo ya, pero con esperanzas en mis libros y en este blog, que por ahora va zumbando bien, no tanto como yo quisiera, pero ya zumbará más.
Aquí me despido y veamos a que hora llego mañana a mi Luz Dorada la hija de mi Luna rosa, que espero algún día recuperarla, seguro que la recuperaré…! fijo…!



