¡Hola a todos! Desde el yacimiento romano de Turaniana, justo al lado de los restos de la Torre Quebrada, dos elementos muy importantes dentro de «El juramento de sal», os doy varias noticias maravillosas:- «El juramento de sal» ya está a la venta. Pídelo en tu librería. Si no lo tienen, indicad al librero que se distribuye a través de Logista, para que pueda pedirlo. – La presentación oficial es el día 9 de diciembre, a las 19:00 horas, en el Teatro Cervantes de Almería. Tenemos que conseguir llenarlo. ¡Habrá sorpresitas!- Pasado mañana, es decir, el miércoles 1 de diciembre, haremos la puesta de largo de la novela en el hall del Auditorio de Roquetas de Mar. Contaré cosas interesantes sobre el libro y daremos el pistoletazo de salida a esta aventura que me ilusiona mucho. Hay aforo muy reducido. Será a las 20:00 horas.En ambas presentaciones se podrá adquirir la novela, así como «El refugio de los invisibles» (a un precio muy especial). Ojalá os pueda ver en alguna, ¡o en las dos! Serán diferentes y especiales.
Cara simpática, rostro de buena gente, ojos y corazón noble y un pequeño gran hombre.
No, no lo conozco, pero sí por fotografía, por eso bajo mi sensibilidad le puedo hacer una radiografía, su sonrisa es la sonrisa de un niño grande, porque tiene un alma blanca y hermosa, como él mismo es. Le deseo de corazón que sigan sus triunfos y que Dios lo bendiga siempre, tanto a él, como a su esposa y familia, le pido también a Dios que siga tan sencillo y humilde como solo él, lo és, que el cielo lo cuíde de tantos lobos con piel de cordero que en las horas de gloría y triunfo estaran, pero que son los primeros en abandonar. Él también lo sabe, aunque este, no es el caso de Alberto, el cielo lo quiere y protege, lo sé, por lo cual, eso quiere decir lo mucho que vale , no solo como ser humano, también como creador y editor de la prestigiosa editorial Circulo Rojo!
Que sigan los triunfos y que Dios esté siempre junto a ti, querido editor.
Gracias por esas palabras tan bonitas, Charín. Te deseo lo mejor.
Gracias siempre a tí, Alberto.