AQUEL REY
Cuando los almendros en flor cubrían la tierra, la bella princesa de Ipacaraí bajo de los cielos a pasear por ella, los lirios y las margaritas besaban sus pies y las pequeñas ovejitas berreaban llenas de contento al ver a su princesa regresar de los cielos…
Esperaba la llegada de su amado una vez más y confiaba en su vuelta, mientras tanto, la princesa recordaba a aquel hombre que para ella era como un rey lleno de magia, llegaba de un país donde los corazones buenos y nobles abundaban, la princesa sabía de aquel país gracias al viento que la informaba de tales bellezas y de su rey, aquel rey, que jamás volvió, pero la princesa esperaba en el camino cuajado de almendros y posada en la primavera soñaba una vez más….
! Ella sabía que el olvido era su destino Y no quería aceptar lo evidente… Así que entre sueño y sueño lo espero, y él no volvió más. ¿Cómo un país de nobles corazón puede tener un rey tan orgulloso?
El viento la escuchaba tranquilo y con suavidad le dijo…!Nunca se sabe princesa que pasa por la mente de un rey, quizás no es orgullo, quizás a él no le llegaste al corazón o quizás, ya tenga una hermosa princesa…
La princesa bajada de los cielos escuchaba al viento y comprendía sus palabras sabias y las aceptaba con resignada calma…
Deja todo en un sueño y olvida princesa a un rey que no reparó en tu presencia…. La princesa suspiró y dijo…Era tan inteligente, tan niño y tan grande como ser humano….
El viento la abrazó y le señalo las estrellas. Olvida sin olvidar y no dejes de visitarnos jamás, no vayas a ser tú como ese rey, baja de tus estrellas y tráenos tus sueños, inclusive, el de tu rey….
La princesa sonrió y sonrió las sabias palabras del viento y siguió paseando entre los almendros, ella si volvería. Bajaría llena de sueños un año más…!!
