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El paseo de Dios…

Paseó por la tierra el padre Dios vestido de primavera, su luz hizo temblar lo sublime de la tierra y los niños entraron en aquella luz que acarició sus blancos espíritus mientras los mayores parpadeaban interrogantes el verdor de aquella primavera….

Dios visito también a los demás seres vivos de la tierra, el oso lo abrazo, el gato maulló, el perro ladró contento buscando sus caricias, las aves se congregaron a su alrededor y los hombres de regias leyes seguían absortos parpadeando sus incrédulos ojos…

Dios entró en los hogares y se hizo pan para acompañar los alimentos, y se hizo tierna sonrisa ante el niño enfermo, Dios se hizo milagro y abrió los ojos a los hombres que jamás lo creyeron..¡ Se hizo nieve, se hizo sol se hizo tierra, se hizo viento y rojo fuego de las almas que calmó del dolor del pensamiento…

Les enseñó a amar la naturaleza que Él creó y los sacó lejos de aquellos oscuros y fríos templos donde la codicia es ajena a Dios…

El, que es dulce como dulces son las nubes de algodón…Es amor y libertad para todos dentro del orden exacto de su creación…Nada de exigencias, nada de ambiciones y prepotencias, porque Dios es luz en las almas y paz en el corazón, es Él, el que guía tus pasos, y es Él, quién nada espera, ni exigen, ni encadena…!

Leyes que hicieron los hombres y que los separan tanto de Él, del Dios que nada espera, nada exige, porque es padre y es Amor…Él es fácil y sencillo, lo complicaron los hombres con tantas leyes que deberían estar obsoletas….

Dios es y está presente en la viva madre tierra, El vive ! y es naturaleza, también vive en tu pequeño corazón, tan amado y eterno para Dios y tan preciado como las estrellas…

Escritos por Charin Ruiz Ortiz

Recuerdos de los Aguaciles

Me gustaba el olor de aquel campo de olivares en donde nací, lo recuerdo cada día por algún olor o sabor que llega a mi mente siempre abierta al recuerdo, que me llega a mi memoria…

Me gustaba el olor de las hierbas frescas en primavera y de aquel mastín blanco en la puerta de casa de aquel cortijo de gigantesca cancela verde que lo cerraba…

Los graznidos de los pavos reales y el olor a olivos, heno, almendros y caballos y el olor a limpio de aquella palangana

Adoraba las noches estrelladas cuajadas de misterios que me guardaban, y amaba aquel olor del anochecer de aquella candela cuando bailaba alrededor de ella y sus llamas me acariciaban

El olor a tierra mojada me fascinaba y me recordaba corriendo y buscando cobijo cuando las tormentas tronaban…

El aroma a aceite recién hecho me despertaba en las mañanas y parecía entrar en éxtasis cuando olía el pan tostado en la chimenea y observaba entusiasmada el oro verde de las olivas regar generosamente mi tostada…

Luego llegarían mis amigos «Los Pellizcos» para Correr entre los olivares y oler los tiernos espárragos  las tagarninas y las plantas de las dehesas, las matas y lentiscos, la flor de la jara y sentir mi espíritu libre, feliz y en calma…

Charin Ruiz Ortiz

Espero volver más tarde, ahota tengo que ir a preparar la comida y quizás , si no stoy muy cansada, ir a los jardines a pasear un raro para que el sol me regale citaminaa D. ! ADIÓS…!

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