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JERONIMO Y LAS ESTRELLAS DE MI SIERRA…

Jerónimo llego a una casita muy humilde que encontró un día cuando iba a cazar, a lo lejos la vio y se dirigió a ella extrañado porque otras veces pasó por allí y nunca la vio…mi Jerónimo pensó que era muy despistado, que quizás aquella casita siempre estuvo ahí, y quizás él, tampoco reparase en ella, el sol del otoño hacia resplandecer los prados llenos de la hermosa vegetación otoñal y los castaños estaban a tope de deliciosas castañas….Jerónimo llegó a la casita llena de flores en su exterior, margaritas, geranios, violetas, jazmines…y una graciosa parra llena de hermosos racimos de uvas maduras que colgaban sobre ella y parecían ofrecerse a quienes la admiraban como un sabroso regalo de bienvenida….

De repente mi marido vio como de la casa salían dos pequeños que se protegían de la luz solar con sus manitas sobre sus pequeñas frentes…Era un niño precioso con una linda colita en su nuca, de ojos despiertos, vivos y llenos de vida, la pequeña parecía que era su hermana, de cabellos trigueños y ojos color miel tan despiertos como los del niño.

Jerónimo bajó del caballo y los saludo..!

!!Hola chicos ¿estáis solos? !nunca os vi antes por aquí.. — El niño lo miró y sintió gran confianza en mí apache y le dijo bajo la atenta mirada de su hermana…!—-! No nos pudo ver usted antes porque anoche bajamos de las estrellas!! —

Mi hombre que es tan peculiar y tan niñero que sonrió y les siguió la corriente… — ¿de las estrellas? — ..entonces fue la niña la que habló

 — ! De las estrellas señor ! —  mi abuelo y mi madre están con nosotros y no se encuentran bien , llegamos aquí en busca de medicina,  la tierra es una gran farmacia, que lastima que el hombre la maltrate tanto….! algún día os quedareis sin nada !

Jerónimo sonrió de nuevo y acarició la pequeña cabeza de la niña , …— !Sería una grandiosa perdida !— y mirando al cielo, mi hombre suspiro al decir nostálgico…— ! La madre tierra !— en ese momento el niño le dio la mano a mi Jerónimo y lo llevó hacia dentro de la casa. Allí había un mago con una fina túnica de seda llena de grandes estrellas azules y un hermoso gorro gris plateado que también tenía estrellas, el mago a ver a mi Jerónimo se dirigió hacia él con una alegría muy grande en su agradable cara..

 los dos hombres hablaron largo y tendido ante un delicioso zumo de uva que el mago obsequio a mi marido, los niños disfrutaban cada momento de la conversación, el mago le contaba a Jerónimo que LLegaron de noche en busca de las estrella para curar el alma triste de la mujer que estaba sobre la cama, y que era la madre de aquellos niños, porque en su lugar de origen ya no había ni sueños ni estrellas y que solo con sueños llenos de estrellas, podrían curarse tanto él, como su adorada hija….!Esperaban la noche bajo la parra para contemplar el cielo de aquellas sierras donde las estrellas  se pueden ver tan bonitas y esplendorosas bajo el aroma de las plantas aromáticas ……

—  Pronto estaremos curados…! solo necesitamos admirar y ver las estrellas !—  Jerónimo asintió con la cabeza y quiso quedarse a ver aquellas estrellas y ayudó a la hija del mago a levantase para que pudiese ver el cielo estrellado de aquel esplendido verano…..

Mi Jerónimo vio asombrado como el mago recogía aquellas estrellas y las ponía sobre un cesto de mimbre, mientras los pequeños soltaban otras muchas estrellas y les daban un beso a cada  una de aquellas estrellas,  que la noche anterior la pasaron junto al mago y  su madre…..! La humilde casita se llenó de la luz de las estrellas y tanto el mago como su hija,  reían felices al ver a sus hijos bailar con las hermosas estrellas….

Nos queda poco tiempo de estar por estas sierras tan bonitas que tenéis, mi hija llego casi muerta y ahora de nuevo tiene ganas de vivir…! las estrellas y sus luces han salvado su alma y la mía, los sueños han vuelto a nosotros con más fuerza Jerónimo! – le dijo feliz el mago a mi esposo que también le brillaban los ojos por medio de la felicidad ajena…

Mi apache querido los abrazo y montó en Relámpago, los niños le «tiraron» una estrella y le dijeron… — ! Para su mujer Jerónimo, porque ella también a veces, se pone enferma como mama y necesita una estrella…..!

Mi apache me recordó y lloró, ahora estaba deseando llegar a casa y entregarme mi estrella…

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