
UNA NOCHE DE AMOR…
Prueba a amar sin temer y una lluvia de estrellas caerá generosa sobre ti!
Generosa llegará todos los días a tu corazón y entonces conocerás también lo que palpitar corazón con corazón.
El oro de las mañanas te dará la calidez de los vientos de la fogosa pasión y el alma beberá tu aliento fresco y joven …
Te colmará de gozo infinito el silencio de la noche y los dos volveremos a ser ave fénix…
Entre tu cuerpo y el mío caerán en picado los luceros del placer y las sombras serán olvidas…
Nos abrazaremos enamorados y romperemos , después de amarnos, las aguas quietas y silenciosas del lago estrellado…
¡Todo es perfecto ¡ ¡Todo está sereno…! ¡Solo tu y yo, solo los dos en esta noche esplendida bajo el universo…!



UNA MAÑANA DE PRIMAVERA…
Lía que lía mi gata se lía con una madeja de lana azulina, la anciana se mece en su mecedora de recuerdos y de lilas..
La joven lava su pelo rubio cerveza y la hermana peina el suyo de larga melena mientras el sol lo seca, hay otra hermana pequeña que duerme tranquila cerca de las albahacas y los lirios de la primavera…
Es medio día y el olor del azahar impera, la madre prepara el almuerzo hoy comerán habichuelas…
En el jardín de la casa hay un columpio de madera atado a un olivo que lo mece el suave viento con sogas de guirnaldas de azucenas…
Los gatos juegan contentos, parecen malabaristas dando saltos sobre las finas hierbas verdes que hay bajo ellos y las bougambillas alegran las paredes blancas que dan al convento..…
Las sierras están cubiertas de tomillos y romeros de campanillas blancas y orquídeas silvestres bajo el limpio cielo…
Se escuchan las campanas del pueblo…¿Quién se ha muerto? Pregunta la madre mirando a la abuela que se mece tranquila entre el sol y la sombra de sus silencios…
¡No se ha muerto nadie hija!! ¡Haber si aprendes el lenguaje de las campanas cuando anuncia algo bello, hija mía, no son campanas de muerte son campanas de gloria, porque Cristo ha resucitado de entre los muertos! –
Las nietas sonríen y siguen peinando sus cabellos finos de oros y ahora toca bañar a los perros!
Canuto ladra y corre entre naranjos y limoneros, no quiere jabón ni agua , solo comer su pienso con alguna sobra de buena salsa y correr tras los gatos por los setos…
¡!Otra vez tocan las campanas de la iglesia del pueblo! La madre asoma la cabeza por la ventana que da al jardín y grita alegre a la abuela a sus hijas y al perro, ¡A comer las habichuelas frescas de Bornos, que vuestro padre está al llegar con su burrito cargado de tomillo y mostaza con sus alegres cantos que iluminan las sierras.