


















Doy gracias por aquello que tengo. Lo que no tengo, nho me hace falta ni me hace infeliz.









Acepto mis limitaciones. Me separo del ego y la necesidad de demostrar que soy mejor que otros.









Veo una oportunidad donde los demás ven una calamidad. Sé que no controlo todo lo que me rodea, mas puedo adaptarme a la realidad de mi vida.









Coopero con los demás ya sea con mi tiempo, dinero o apoyo emocional. Esto me permite experimentar bienestar y calma conmigo mismo.









Suelto y dejo ir… abandono el resentimiento y la venganza. Cuando perdono, beneficio mi la salud mental, física y emocional y crezco como persona.









Enfoco mi energía en lo que elijo para mi bienestar. Defino mis intenciones de forma positiva y fijo mi atención concientemente en el momento presente.









Elimino las dudas que siento hacia mi, mantengo mis propósitos y sueños. Mantengo encendida mi luz interior.





