Los años de sabor a hierbas primaverales y aromas de candelas de retamas de olivos, me acompañan siempre en un espacio grande de mi alma, me acompaña el olor a manzanas de casa de mi abuela Rosario y el olor al corralito de las gallinas, el limonero , el naranjo y el pozo de negras y brillantes oscuras aguas que se alborotaban tras un inmenso coletazo de los grandes peces de colores que allí habitaban….
Las noches desde la puerta de la cocina que se colaban en mi alma, Dolores intentando que comiese porque si no lo hacía no iba a ver nunca al pajarito de mis deseos, aquel de múltiples colores que le chivateaba todo!!
El olor a madre dulce y suave cuando me dormía entre sus brazos…
Mis risas ante los desafíos conseguidos me llenaban de alegría….
El olor en casa de Mariquita Nieto era de jazmines en verano y de brasero de cisco en invierno…
En primavera los olores de Bornos son del olor de sus sierras a lirios, campanillas y demás florecillas silvestres…
En aquel olor del bar a buena comida, el dueño asentaba el suelo de arena con agua…! Que contraste de exquisita comida con tierra mojada…
El perfume de mi libertad es el del campo, las montañas y el de la mar salada….
Estos perfumes siempre permanecerán en mi alma junto con los colores, turquesas, rosados, verdes y morados de sus sosegadas montaña, mientras la luna besa enamorada el lago de plata…(Charin Ruiz Ortiz)