ALGO BONITO HA SALIDO…
Entre campanillas iba vestida la tarde, sus amigas las margaritas y violetas la acompañaban subidas en el carro de las luces celestiales…
! El sol aún estaba dorado en aquella tarde primaveral en donde las golondrinas volaban contentas preparando sus nidos y las cigüeñas repiqueteaban con sus largos picos naranjas la hora de la siesta….
Los campos se llenaban de flores perfumadas, que como mujer bella, a los hombres trastornaban….! Risas de niños se escuchaban jugando con una enorme pelota de sol que volaba por los aíres cálidos de los circos primaverales….
Las letanías de las novenas y rosarios se escuchaban por ermitas e iglesias, plegarías que iban a Dios desde las magníficas sierras…
El romero en flor piropeaba a las campanillas y a sus amigas las margaritas y las violetas…! Las campanas de las monjas tocaban el ángelus a las doce del medio día y todos rezaban ¡ el ángel de señor anuncio a María….! Dios te salve María…
Los lirios jugaban con las clavellinas y las dulces raíces sabían a tierra…! Tanto me gustaba…! Mi cabeza estaba llena de sueños, jamás creí en mi alma de niña, que la vida de adultos era otra vida que nada tenía que ver con mi vida…
Aquella vida de mi niñez tenía los colores de las arropías blancas, azulinas y rojas, los colores de mis sueños, el olor a alhucema y el sabor a caramelos…
Lejos quedaron esos años y también muy lejos aquellos recuerdos, ahora ya, quedan pocos sueños y recordar, no quiero.

CUANDO VENGAN CON CHISMES…PON EN PRÁCTICA LA PRUEBA DE LOS TRES FILTROS DE SÓCRATES:En la antigua Grecia Sócrates tenía una gran reputación de sabiduría. Un día vino alguien a encontrarse con el gran filósofo, y le dijo: – ¿Sabes lo que acabo de oír sobre tu amigo?– Un momento, –respondió Sócrates– antes de que me lo cuentes, me gustaría hacerte una prueba, la de los tres filtros. – ¿Los tres filtros?– Sí,-continuó Sócrates– antes de contar cualquier cosa sobre los otros, es bueno tomar el tiempo de filtrar lo que se quiere decir. Lo llamo el test de los tres filtros. El primer filtro es la verdad. ¿Has comprobado si lo que me vas a decir es verdad?– No, solo lo escuché. – Muy bien. Así que no sabes si es verdad. Continuamos con el segundo filtro, el de la bondad. Lo que quieres decirme sobre mi amigo, ¿es algo bueno? – ¡Ah, no! Por el contrario.– Entonces, -cuestionó Sócrates– quieres contarme cosas malas acerca de él y ni siquiera estás seguro de que sean verdaderas. Tal vez aún puedes pasar la prueba del tercer filtro, el de la utilidad. ¿Es útil que yo sepa lo que me vas a decir de este amigo?– No, en serio. – Entonces, -concluyó Sócrates– lo que ibas a contarme no es ni cierto, ni bueno, ni útil; ¿por qué querías decírmelo?Mejoremos nuestra vida y sociedad.Desconozco al autor .